sábado, 28 de noviembre de 2009

... Y ahora me muero de amor si no estás
Me muero y no puedo esperar
A que vuelvas de nuevo aquí
Junto a mí, con tus besos.
Es que me muero de amor si no estás
Me muero y no puedo esperar
Necesito tenerte aquí, junto a mí
Sin tu amor no puedo vivir ...

domingo, 25 de octubre de 2009

...A ti te estoy hablando a ti, a ti la que no escucha
a ti que con lo que te sobra me darias la luz
para encender mi días.
..
...Olvidarte es lo que espero para renaudar mi vida
Harto de seguir soñando con la posibilidad

De que un día por error, o pura curiosidad

Le preguntes a un amigo por mis huesos...

viernes, 25 de septiembre de 2009

" Ahora despierta, camina, lucha.
Decidete y triunfaras en la vida.
Nunca pienses en la suerte,
porque la suerte es el pretexto de los fracasados. "
Pablo Neruda

lunes, 14 de septiembre de 2009

Dejame entrar...
A tu vida y a tu corazón (L)

Que yo quiero solo darte amor

Mi amoooor...

domingo, 13 de septiembre de 2009

viernes, 4 de septiembre de 2009

No te arrepientas de lo que hiciste...
arrepentite de lo que no pudiste hacer... !

jueves, 3 de septiembre de 2009

Hay que abrirse a la vida...
Y dejar actuar el atrevimiento !
"La peor decisión es la indecisión"
Benjamin Franklin

martes, 1 de septiembre de 2009

El Arbol Confundido

Había una vez, algún lugar que podría ser cualquier lugar, y en un tiempo que podría ser cualquier tiempo, un hermoso jardín, con manzanos, naranjos, perales y bellísimos rosales, todos ellos felices y satisfechos.

Todo era alegría en el jardín, excepto por un árbol profundamente triste. El
pobre tenía un problema: “No sabía quién era.”

“Lo que te falta es concentración”, le decía el manzano, “si realmente lo intentas, podrás tener sabrosas manzanas. ¿Ve que fácil es?”

- No lo escuches, exigía el rosal. Es más sencillo tener rosas y “¿Ves que bellas
son?”

Y el árbol desesperado, intentaba todo lo que le sugerían, y como no lograba
ser como los demás, se sentía cada vez más frustrado. Un día llegó hasta el jardín el búho, la más sabia de las aves, y al ver la desesperación del árbol, exclamó:

- No te preocupes, tu problema no es tan grave, es el mismo de muchísimos seres sobre la tierra. Yo te daré la solución. No dediques tu vida a ser como los demás quieran que seas. Sé tu mismo, conócete, y para lograrlo, escucha tu voz interior. Y dicho esto, el búho desapareció.

- ¿Mi voz interior…? ¿Ser yo mismo…? ¿Conocerme…?, se preguntaba el árbol
desesperado, cuándo de pronto, comprendió. Y cerrando los ojos y los oídos, abrió el corazón, y por fin pudo escuchar su voz interior diciéndole:

- Tú jamás darás manzanas porque no eres un manzano, ni florecerás cada primavera porque no eres un rosal. Eres un roble, y tu destino es crecer grande y majestuoso. Dar cobijo a las aves, sombra a los viajeros, belleza al paisaje… Tienes una misión “Cúmplela”. Y el árbol se sintió fuerte y seguro de sí mismo y se dispuso a ser todo aquello para lo cual estaba destinado.

Así, pronto llenó su espacio y fue admirado y respetado por todos.
Y sólo entonces el jardín fue completamente feliz.

Y tu… ¿dejas crecer el roble que hay en ti?
En la vida, todos tienen un propósito que cumplir, un espacio que llenar.

No permitas que nada ni nadie te impida conocer y compartir la maravillosa esencia de tu ser.

Anonimo.

viernes, 28 de agosto de 2009

¿La única obligación que tenemos en esta vida? es ...no ser imbéciles


La palabra imbécil es mas sustanciosa de lo que parece, no te vayas a creer. Viene del latín Baculus, que significa bastón: el imbécil es el que necesita bastón para caminar. Que no se enfaden con nosotros los cojos ni los ancianitos, porque el bastón al que nos referimos no es el que se usa muy legítimamente para ayudar a sostenerse y dar pasitos a un cuerpo quebrantado por algún accidente o por la edad.


El imbecil puede ser todo lo ágil que se quiera y dar brincos como una gacela olímpica, no se trata de eso. Si el imbécil cojea no es de los pies, si no del ánimo: Es su espíritu el debilucho y cojitranco, aunque su cuerpo pegue unas volteretas de órdago. Hay imbéciles de varios modelos, a elegir:


a) El que se cree que no quiere nada, que dice que todo le da igual, el que vive en un perpetuo bostezo o en siesta permanente, aunque tenga los ojos abiertos y no ronque.


b) El que cree que lo quiere todo, lo primero que se le presenta y lo contrario de lo que se presenta: marcharse y quedarse, bailar y estar sentado, masticar ajos y dar besos sublimes, todo a la vez.


c) El que no sabe lo que quiere ni se molesta en averiguarlo. Imita los quereres de sus vecinos o les lleva la contraria porque sí, todo lo que hace esta dictado por la opinión mayoritaria de los que lo rodean: es conformista sin reflexión o rebelde sin causa.


d) El que sabe que quiere y sabe lo que quiere y, más o menos, sabe por que lo quiere pero lo quiere flojito, con miedo o con poca fuerza. A fin de cuentas termina haciendo siempre lo que no quiere, y dejando lo que quiere para mañana, a ver si entonces se encuentra mas entonado.


e) El que quiere con fuerza y ferocidad, el plan bárbaro, pero se ha engañado a sí mismo sobre lo que es la realidad, se despista enormemente y termina confundiendo la buena vida con aquello que va a hacerle polvo.


Todo estos tipos de imbecilidad necesitan bastón, es decir, necesitan apoyarse en cosas de afuera, ajenas, que no tienen nada que ver con la libertad y la reflexión propias. Siento decirte que los imbeciles suelen acabar bastante mal, crea lo que crea la opinión vulgar. Cuando digo que acaban mal no me refiero a que terminen en la cárcel o fulminados por un rayo, eso solo suele pasar en las películas, si no que te aviso de que suelen fastidiarse a si mismos y nunca logran vivir la buena vida, esa que tanto nos apetece a ti y a mi.

Y todavía siento más tener que informarte que síntomas de imbecilidad solemos tener casi todos; vamos, por lo menos yo me los encuentro un día si y otro también, ojalá a ti te valla mejor en el intento...


Conclusión: Alerta!, en guardia!, la imbecilidad acecha y no perdona.


"Etica para Amador" (1991)
Fernando Savater